Hoy os voy a hablar de una anécdota que ocurrió hace unos meses en una charla que di en Murcia. Una mujer que rondaba los 50 años entró en la sala a media conferencia. La vi despistada y le pregunté si se quería quedar.
Ella me preguntó de qué iba la conferencia y yo le dije que de alimentación y menopausia. Su respuesta con cara de susto fue: ‘Nooooo, Eso no me toca todavía…’ y se fue.
Todas las asistentes nos reímos porque, en algún momento, todas hemos pensado así… PERO la realidad (queramos verla o no) es que las mujeres iniciamos nuestro descenso hormonal a partir de los 35 años. Este descenso hormonal es progresivo y a partir de los 40, podemos notar que:
- Nos falta energía
- Dormimos peor
- Tenemos menos paciencia
- Aumentamos de grasa
¿Qué podemos hacer?
Es más fácil de lo que creemos:
Para mejorar tu energía, empieza tu día con un buen desayuno. Combina una fuente proteica de calidad con una fruta y cereales integrales. Os enseñé crear vuestros desayunos el 03 de mayo.
Mejora tu sueño incrementando la formación de melatonina (la hormona del sueño). Lo harás comiendo fuentes de triptófano como frutos secos, huevos, pollo, pescado,… y mejorando tu microbiota comiendo al menos 4 raciones vegetales al día y alimentos fermentados como el yogur.
Mejora tu paciencia cuidando de tus hormonas: reduciendo el consumo de azúcar, haciendo más ejercicio y aumentando la ingesta de grasas.También las cuidarás haciendo ejercicio de fuerza y cardiovascular.
Reduce la grasa abdominal. Es un signo muy probable de resistencia a la insulina. Una de las claves para mejorarla es realizando una alimentación antiinflamatoria (post 07 de marzo) y teniendo glucemias más estables. Un trucazo: cambia las harinas blancas por integrales.
Reina, déjame decirte que ahora estás en un momento muy dulce para empezar a nutrirte y mejorar o evitar todos estos síntomas.
Lo que me gustaría que aprendas del post de hoy:
La menopausia es una etapa en la que podemos notarnos fuera de control a nivel emocional, físico y metabólico. Pero quiero que recuerdes que en gran medida, cómo vivamos la menopausia, depende de nosotras. De nuestra actitud e información que manejemos.
¿Te sientes responsable de tu menopausia? ¿Has hecho cambios?
Con cariño, Bàrbara
